sábado, 5 de junio de 2010

TRES CUENTOS PARA DORMIR Y UNO PARA DESPERTAR


SEGUNDO CUENTO PARA DORMIR:
Vampiros de la miseria


Somos vampiros de la miseria. Habitamos el mundo del óxido que produce el engranaje: nosotros mismos. Días y noches caminamos respirando humo, escupiendo la grasa que desechamos por el desgaste. Cuando nuestra piel se desgasta es necesario dejarla secando al sol, luego curtirla y finalmente adherirla a nuestros huesos, claro está, luego de haberla remendado con cartón.

Vampiros de la miseria. Una especie común de vampiros. Tenemos la capacidad de ser autosuficientes, omniscientes, insaciables, omnipotentes, maleables, omnívoros, ubicuos y repugnantes hasta la belleza.

Cada cual tendría la posibilidad de contar su historia y sería la historia de todos, de todas las generaciones. Somos un engranaje, una sola cosa. Pero es imposible hacer mantenimiento a una máquina desde fuera, extrayendo pieza por pieza para limpiarla y colocarla de nuevo, limpia, en un orden lógico tal que la máquina no pare de funcionar. Así que cada historia se cuenta como si estuviese separada de las demás, como única.

-¿Da igual? hablaré yo… Nací en el sur de Bogotá, no sé bien qué fecha es pero oigo rumores de una conmemoración –algunos aquí todavía tienen historia- de alguien que murió hace cien años a mediados del 82. Es como si estuviese contando la historia de una muñeca. Una muñeca vacía. Aún lo siento, es todo lo que me queda.

Veía a las otras muñecas ¡Tan perfectas! Y ni qué decir de los muñecos, ellos, sencillamente, eran agraciados. Muñecas y muñecos: perfecta simetría.

Las veía, seguras de sí mismas, ni siquiera las muñecas de trapo mostraban tanta fuerza. Deambulaban por las calles y en las habitaciones de pequeñas, grandes, pobres, ricos, cada cual quien sabía o conocía el significado de la soledad. Las muñecas y los muñecos contribuíamos a la alienación de los deseos de cada cual ¡Cuán encantadores éramos!, hacíamos de lo hermoso lo anestésico.

Me miraba en el espejo y no veía más que la manipulación de las manos infantiles sobre mi cuerpo. Afortunadamente mi propietaria poseía una basta colección de vestidos con los que cubría las marcas en cada ocasión. Qué afortunado era para mí, me era irresistible e insoportable concebirme desnuda. Resultaba aterrador recordar mi rostro cuando por alguna circunstancia me arrebataban la ropa. Mi mirada cristalina espantaba el pudor de las personas haciendo aparecer en sus rostros pudores asfixiantes. Y en las mejillas de las demás muñecas aparecía el pudor de mi desgracia: mi entrega por el precio del goce que me daban las manos sobre mi cuerpo. No lo entendía, intentaba comprender mirándome al espejo, pero nada…

En ese ir y venir con el implacable sentimiento de vacío me ocurrió la idea de realizar un viaje de iniciación. No dejaba de acosarme la incertidumbre acerca de las miles de dificultades que aparecerían por el camino, de comienzo a fin, aún así no cedía ante el miedo… sin embargo… incluso los cuentos de hadas no garantizaban buenos resultados en dichos viajes y eso, eso, lo hacía más interesante.

Horas y en ocasiones días pasaba tirada sobre los pies de la cama, con los brazos colgando del borde, pensando cómo sería mi partida y el viaje, cómo inventaría mi propio viaje, ya que mi propietaria lo hacía sin descanso y yo, parte de su juego, viajaba siempre allá en su imaginación…

Tomé una aguja y enhebré el hilo, el de Ariadna para ser más precisa, ese que no se rompe fácil y que conduce inevitablemente a lo inefable. El vestido estaba intacto, las morados en la plástica piel sólo eran manchas decoloradas pero el vacío por algún roto se estaba saliendo y ese, justo ese era el roto que había que componer un poco antes de partir…

-Buuuuuuuu

-Jajajaja ridícula

-¡Oye bastardo! ¡cállate que la muñeca está hablando!-

-jajaja jaja ja jajajajaja-

-¡que te calles te digo! ¿de qué te ries imbécil?

-Mírate, si te atreves. Mira tu interior. Verás la pantalla que palpita de canal en canal bombeando tu sangre a lo largo y ancho del cuerpo. También está la pantalla que inhala y exhala de página en página sacando de tu sangre el veneno de la realidad, y oxigenarte con el veneno de la última farsa, que tomarás ahora como tu propia realidad para luego cambiar por otra y así sucederá de nuevo… y de nuevo… es ese el significado de la mierda que llevas acumulada.

Mira en tu interior bastardo. Tus vísceras son esa pelota azul que gira en el espacio junto con otras nueve significando la acidez de la historia. Eres ese montón de viseras; hijo de todos, hijo de ninguno. ¿Crees poder elegir entre ser el vómito o el ácido? No te afanes, en la historia todo va confundiéndose hasta formar una mole llamada mierda y así decidir entre cagar o ser cagado. No dicen qué hacer y cómo hacerlo pero nos niegan la posibilidad de no hacerlo.

Hasta nunca bastardo. De nada sirve que te mires si la estrategia es autodestruirse para no dañar nada. A nadie le importas pero si te inmolas en público el olor a mierda de las salpicaduras dejaría un interrogante: ¿de qué sirve bañarse?

-¡Un momento, nosotros y nosotras tenemos derecho a hablar!

-Cállese pirobo, respétel puesto…

-… ¡no, que!… nadie nos ayuda… tenemos sida. El de arriba ve, los de abajo sienten.

-Cierto, es aquel que dice yo soy el que soy y al callar cala la miseria de la impotencia y el hedor de la omnipotencia.

-¿Qué trae mi perro…?

-Nada, nada antes de ya no ser perro mi perro…

-Suéltela pichurria, no se la trague sola…

-pues ahí te va…

Llanto

Instrucciones para matar a un perro

-cuña…

Vendo barato mi corazón

No importa si es al peor postor

Tan sólo quiero que sepa amar

Mi corazón destrozado y sin reparar-

Mi amado guardián

Perro de la guarda

¿Quién personificará ahora mi vida de perro?

Siempre queriendo ser gato

Y así mueres

Como todos esos gatos que acompañaste a la muerte

Envenenado

Mundo miserable

Terriblemente destructor

Qué fácil es volver mierda a cualquier otro

Gran capacidad para amar y aún así cuán difícil escuchar el dolor

Torturar un perro, ahogarlo y luego quemarlo: ese soy yo

Amor y odio: herir y pedir perdón para refugiarse

Si mi memoria sigue funcionando tan bien como hasta ahora

Mañana estaré bien

Lo habré olvidado todo

-dulces palabras en una noche sin latidos

Sin los latidos de Guardián

Sin los latidos de su corazón

Pudre tu cuerpo en los gusanos

Y te aseguro que ellos no se comerán el veneno

El veneno quedará en la tierra

¿Engendrará más…?

Un abrazo Guardián

Saludos a Gerónimo, a Penélope, a Arturo, a Golfa, a Fea, a Tony, a Lulú, a…

(Voces en coro) – ¡adiós mi perro!

-Señoras y señores… buenas tardes…

-¡Un momento que la muñeca no ha terminado de hablar!

-Y dele con la muñeca, pero cuál es la gana de que hable la muñeca, y además esa historia no tiene final… puede terminar ahí o en la primera letra

-sí sí, prosiga el que sigue o cualquiera

-¡buenas tardes!

Gracias a quienes que me saludaron. El día de hoy quiero contarles… quiero contarles… una historia… muy sencilla… de la que no recuerdo las raíces pero sé el final.

Pues… pues… esta historia es la historia de un niño que le dijo una vez a sus amigos: -amigos… yo sé como engañar a la adivina –no te creemos… ¿acaso ya la engañaste? –no, pero… pero… sé cómo hacerlo. Entonces sus amigos le dijeron: -muéstranos cómo es que engañarás a la adivina –Escuchen… -Le dijo el niño a sus amigos –Escuchen… yo tomaré un pájaro en mis manos y luego le preguntaré a la adivina si el pájaro está vivo o muerto… eh… si la adivina me dice que está vivo… lo mataré entre mis manos… y le diré que se equivocó… mostrándole el pájaro muerto… si la adivina me dice que está muerto lo dejaré vivir y se lo mostraré –Entonces los niños le dijeron –Amigo muéstranos que es cierto lo que nos dices –pues.. pues… no, vengan, vamos al pueblo –Entonces el niño se fue con sus amigos a donde la adivina y tomó un pájaro en sus manos y le preguntó a la adivina –Adivina… dime… ¿el pájaro que tengo entre mis manos está vivo o muerto? –Y la adivina le respondió –La vida del pájaro está en tus manos.

Señoras y señores… esta es toda la historia… no voy a molestarlos ni a quitarles más tiempo… cualquier moneda que me quieran regalar… esa es toda la historia… no voy a molestarlos más… cualquier moneda que me quieran regalar… ese dinero es para mí y a veces le doy algo a mi mamá… gracias.

-¡Silencio… que me toca a mí!

-pues si quiere que le escuchen escuche primero

-¿quién dijo eso?

-yo

-usted lo que quiere es tomarse la palabra, entonces pues hable envés de estar callando a los demás

-Eso he hecho, por eso estoy acá.

Una mañana lluviosa, ajustado marco poético, cárcel de la verdad. Deambulo por la calle esperando en las esquinas las primeras madres que salen de sus casas a sus trabajos con el almuerzo caliente, presto me agazapo para asaltarles la ollita y algunas monedillas. A los pelaos incautos les rapo el bolso y a los cuchos bigotudos les caigo de frente, rápido y despreocupao con cara de muerte pa que se timbren y así mientras lo piensan y van sacando agallas le arranco el maletín y los dejo rabiondos y avergonzados de su falta de huevas, jajajajaja.

Pero aquella mañana es diferente. Una camioneta con vidrios negros entre abiertos deja ver dos cañones de ametralladora que en seguida alumbran intermitentemente. Floto zarandeado por los impactos de bala y cuando caigo al suelo ya no hay rastro ni siquiera de las llantas de aquel vehículo. Mi sangre calienta el suelo a la madrugada y mancha los zapatos de los niños escolares que me arrastran al hospital. No cierro los ojos, no quiero, porque sé que será lo último que vea. Ellos me ven, me reconocen, pequeñuelos a quienes varias personas robé las medias nueves y amenacé por unas monedas. ¿Porqué lo hacen, porqué me arrastran?, ese extraño sentimiento de solidaridad que les podría costar la vida. Es mi día de suerte entonces… jajajajajajajajaaa

-jajajajajajajaaa, ¡éste siempre ha tenido ese cruel sentido del humor!

Cuando llegaron al hospital con mis rastrojos estaban unas personas de una ong internacional haciendo unas verificaciones y al ver aquellos niños y confirmar los sucesos en los varios conductos sangrantes abiertos en mi carne decidieron justificar algunos rubros e internarme de inmediato. Si lograban salvarme habría negociaciones internacionales y muchos beneficios petroleros ese año.

Han pasado unos meses y como mi salud parece estar recuperando decido salir a… p-robar suerte… nada mal para tener tantas vendas, un almuerzo caliente, monedas para los cigar-x y una brillante carrera delante de la camioneta del gobierno. Las balas y yo nos empezamos a llevar mejor.

La semana antes de la bautizada que me pegaron a bala los paras estuve haciendo trámites pa los subsidios de hambre que nos iban a dar los gringos Una semana después de hoy el planeta explota porque una falla cuántica geoenergética introduce un agujero negro en el centro mismo del equilibrio, como pasó en este instante con una de las balas, rompió la nada que me sostenía y ahora floto, delirio, propicio para preguntar ¿qué es esa miseria? ¿Quiénes son los vampiros de la miseria? Soy de acá o sea que soy nada pero esa bala al perforar destruye el único valor de ser nada… decirlo. Las balas son llaves con dientes de sangre que abren las puertas infinitas e inmutables de las fosas.

Hablo y sólo un acontecimiento me lo ha permitido: un sueño, el día noche noche día del sueño cuando es shoah. El sueño se repite cada día noche noche día, sin importar que sea ahora aquí la mentira de Colombia o de cualquier país del mundo, sólo son versiones. ¡Ay! ¡Si hay alguien quien lo escuche! ¿Ahí estará para siempre? Sólo el atroz azar puede explicar porqué fueron esas voces, esas miradas, esos olores, esas necesidades, esa mentira erecta, ya que pudo ser cualquier otra cosa en cualquier otro momento y lugar. Sería necesario detenerse en este barullo y decirlo de una vez por todas para que el silencio lo borre del mundo para siempre. Pero robo y robo la muerte a lo miserables cada vez cada día y para hacerlo sigo pensando en que existe el tiempo y el espacio y el caos.

Delirio y llanto porque a la puta que me saludaba todas las mañanas acaban de darle muerte violenta, violenta porque le vino de una orden que le decía ¡Corre puta! Y así ella misma accionaría los gatillos. Calle 70N con carrera 16 Q del muy sur a las cuatro y cincuenta de la madrugada, ¿ella venía o iba? Yo sólo la miro y veo su sonrisa. Apago los ojos porque siento las balas venir hacia mí y entonces es mi estrategia para desaparecer, eso lo aprendí el día que volé sobre la fuente de mi sangre, pero ella no sabe cerrar los ojos entonces cuando aprende de verme le gritan ¡Corre puta! Pero sus oídos no se cierran y entonces su vagina grita ¡muerte súbita muerte violenta por favor que venga la muerte! La camioneta del gobierno huye porque en este relato estamos todos en este sin tiempo ni lugar sólo caos y miseria, pero por fin cansados de ser vampiros de la miseria aceptamos lo único que somos para ser nada ¡miseria!

-Era este el lugar al que me llevaba mi dueña siempre en su imaginación, por eso quiero mi recorrido de iniciación.

-Sabemos entonces para qué sirve bañarse… en sangre.

-Esta es la tumba de mi perro.

-y esta es la suerte del pájaro que estaba entre mis manos.

-Vampiros de la miseria.


Imagen: Gustave Dore

domingo, 28 de marzo de 2010

TRES CUENTOS PARA DORMIR Y UNO PARA DESPERTAR


PRIMER CUENTO PARA DORMIR:
Sharito

Sharito cuando me llaman y mi mamá les dice: no, ella no está en el momento; no, ella está dormida y no le gusta que la despierten; no, ella se está bañando y se demora porque le gusta cantar en la ducha; no, ella está estudiando y no puedo molestarla. Mi mamá es la mejor diciendo mentiras y como sabe que no quiero pasar con nadie entonces inventa cualquier excusa en su mejor estilo.

Yo nunca digo mentiras, no se trata de que no pueda hacerlo o no quiera sino por alguna causa al parecer más compleja pero que no se descifra con una explicación. Podría decir mentiras perfectas ya que vivo con la mejor maestra. Mi mamá es la mujer más tierna cuando miente. Cuando intento mentirle me dice que soy su chiquilla adorada y me pide que le cuente lo sucedido. Aprendí muy pronto a relacionarme con la verdad, aprendí a decir lo verdadero. Para relacionarse con la verdad y decir lo verdadero es necesario no querer; así, también, para mentir es posible e incluso inevitable querer. Pero eso era lo que pensaba antes cuando era niña, cuando aún no era una mentira.

Voy andando enamorada sin rumbo, rumba ni tumba, de dos chicos, uno se llama Nicol y el otro Santi. Cada uno es tan diferente y yo, quien debería ser la persona diferente en la relación, soy su punto en común, o quizá el camino de encuentro, o simplemente su necesario amarre. Al final o somos los tres o no somos nadie.

A Santi y a Nicol les gustan las chicas lindas como yo, sin embargo ese no es el único aspecto que tienen en común, ni muchos menos el más importante, más bien se trata del más contradictorio en esta historia. Nicol ha estado con muchas chicas, todas diferentes por supuesto, pero a ninguna ha deseado así que finalmente ha decidido no estar con ninguna otra y así desear a alguna. Santi por el contrario no ha estado con ninguna chica y aunque se le escuche decir que ha estado con todas lo que sucede es que ninguna ha estado con él, por eso Santi las deseaba a todas pero al darse cuenta que ninguna lo desea ha decidido desearse a sí mismo mientras está con alguna. Yo deseo a Santi mientras soy deseada por Nicol pero estoy enamorada de los dos, es una sensación extraña… ¿Qué se puede decir de estar enamorada?

-Sharito ¿qué te sucede?
-Nada ma… no me sucede nada.
-Ven… cuéntame… ¿qué te sucede?
-Ando enamorada ma… de Santi y de Nicol.
-¿Estás segura mi chiquilla?
-Sí ma… no me preguntes cómo ni por qué, sólo sé que estoy enamorada.

Ayer vi a Santi sentado en el parque observando a varios niños que jugaban, en especial a una niña parecida a mí, ella era tan indiferente, casi ni se enteraba de la existencia de los demás niños quienes jugaban a su alrededor, como si fuese la única en aquel lugar esa niña respiraba el mundo como si estuviese ahí para desearla. En la mirada de Santi hacia ella aceleradamente aumentaba la distancia de su deseo y en ese tránsito enigmático la niña comenzaba a sentirse perturbada, hasta que en un instante fugaz Santi parpadeó y su mirada se dirigió fijamente a mí, entonces la niña dio un pasó y tropezó, yo sentí que un intenso calor recorrió mi cuerpo como cuando una nube descubre el sol y esté deja caer con fuerza sus rayos sobre nuestra piel.

Al otro lado del parque estaba Nicol acostado con los ojos cerrados, reposando tranquilamente y tan sereno que parecía como si el planeta entero estuviese pegado a sus espaldas. Bajo los párpados cerrados sus ojos seguían el juego de los niños determinando como un dios las reglas, omisiones, risas, faltas e íntimos deseos. Todos esos niños eran una extensión de su cuerpo y a través de ellos Nicol allegaba hasta mi su deseo. Inevitable sentir aquella fuerza. Fue en ese instante cuando uno de los niños pasó cerca a Nicol y rosó su cuerpo con un pie entonces él se levantó precipitadamente y corrió, pero con tan mala suerte que también tropezó y cayó sobre la niña que se había empezado a fijar en Santi, ella muy molesta le arrojó tierra en la boca. Nicol se levantó del suelo, escupió la tierra y se marchó mientras me miraba fijamente.

Yo en una orilla del parque estaba muy inquieta y aunque jugaba con los niños para distraerme no logré continuar. Húmeda toda sacudí mi vestido sintiendo el calor de la mirada de Nicol pero mirando a Santi. Mi corazón aceleró su ritmo cardiaco. Entonces partí a prisa aún cuando los niños decepcionados lloraban y gritaban para que me quedase más tiempo… yo huí, huí despavorida de aquel vacío que irrumpió entre Nicol, Santi y yo. Corro, corrí, corriendo, avanzo por la veintisiete pero el tiempo no es continuo algo ha sucedido, las calles se transforman, de repente estoy en medio del bogotazo, de repente entre una espesa selva, de repente floto en un vacío, de repente llego a la tercera, subo a la avenida caracas. Repto como una serpiente entre el tráfico de estrellas sin encontrar la ruta más corta para llegar allá: aquel lugar que entre niebla muestra la ciudad ocultando su desgracia, allí donde nací, nunca hubiese querido arribar allí nuca excepto en este instante, vértigo ¿qué ha sucedido?

-Hola Sharito
-Hola má ¿qué tal el clima?
-Miseria en las calles y un bello arcoíris en el occidente. Llamó tu papá, dice que ha llegado a la ciudad hace una semana y que no te ha visto, qué cosa más rara, yo le he dicho que apenas saliste hace una hora. Estás empapada ¿quieres tomar algo caliente?

(Fotografía: El rio Magdalena tomándose las calles de La Dorada-Caldas, por: Carolina Garzón)

domingo, 15 de noviembre de 2009

Cuentos cortos; por: Daniel Cháves


Dios Eclipsado

Subió a la colina porque el panorama que ese lugar le deparaba era el más espléndido de todos. Desde esa altura, la nostalgia lo tomó por sorpresa, y aunque la sensación era agradable, sintió que se estaba traicionando a sí mismo. Tras un momento de vacilación, acabó por aceptar el orden que la memoria le imponía con tanta crudeza. No puede ser –se reprochó impunemente- no puede ser que me haya olvidado de la inmortalidad-.


Laberinto

Yo quería perderme, sólo ahora lo comprendo, el deseo de perdición es el único al que le corresponde una realización verdadera. Pero una vez dentro del laberinto, ansiaba hallar un pasillo en cuyo final me descubriera un espejo.
La Alegría del Despertar
…Se sintió segura, porque sin importar lo que sucediera, despertaría siempre en el mismo sueño.


Amo lo que muere

…y entonces intuí que el vértigo nada significaba, y que en ningún lugar existía el reposo eterno. Sí –dijo la voz del amado agonizante- como una ola que va a romperse en los confines de Tu mirada eclipsada.


Danza

Y ellos danzaron hasta que la noche se tornó interminable. Las estrellas aún testimonian su hazaña.


Tiempo

Fue ayer que nos vimos… apenas puedo creerlo, y es hoy que vamos a encontrarnos, esto ya es inaceptable.


Horror

…Se sintió segura, porque sin importar lo que sucediera, despertaría siempre en el mismo sueño.


La Espera

Yo sólo espero que no seas Real.


La Verdad del Sueño

Sumergido en las profundidades del sueño, acarició tiernamente lo innombrable. Y contrario a lo esperado, una tristeza infinita lo embargó: o bien tendría que morir o dejar de soñar.


Nada te justifica

Intenté decirles lo crueles que eran al pedirme que me justificara, y ellos se sumieron en un silencio impenetrable.


Escucha:

Lo que escribo es un grito de desesperación cuyo eco, al resonar en el vacío, se transforma en melodía excelsa. El orden no es irreversible, de la melodía al grito también encontrarás una verdad sobre mí… ¿Me creerás si te digo que sólo escribo para alcanzar el Silencio? Un silencio sin duración.

(Fotografía: Sintítulo, por dsml)

jueves, 25 de junio de 2009

Insectos


Lombriz de tierra


Soy una chica solitaria.

En mí los anillos se enlazarían dando vida a los órganos. Tan sólo dos orificios y un sentido de percepción: tacto. ¿Se trataría de una broma…? Hermafrodita; aún así la cópula tendría lugar en mi ciclo reproductivo. Me llamarían lombriz de tierra, no me arrastraría sino bailaría al son del corazón ígneo. En mi singular figura el infinito quedaría a la vista de mi cuerpo con todas sus contradicciones.

Ayer tragué tierra al hundirme por el océano, si es que estuvo bien decir tragar, pues mi boca fue también un ano que comunicó con otro ano que fue otra boca y así lo más pequeño y lo más grande tuvieron lugar en mí a una vez.

Hoy expulso la tierra y asomo mi piel en el cráter de un volcán, sin ver, ni oír, tampoco oler, es mi piel copulando ardiente y deseosa por anular la perfección que hace de otra lombriz una extensión de lo mismo y la imposibilidad de amar.

Mañana me encontraré en el límite de la perfección e iré tras la luz que dejarán en calidad de promesa las estrellas muertas; no habrán más luces, no me interesarán sino aquellas que hablarán del fin en el comienzo, de la misma forma como vivirán dos personas que se aman, cada instante como único y último, cada acto como un sueño de morir, desnudas juntas y abrazadas, aún sentirán celos de las arrugas que el tiempo colocará para esconder algo del cuerpo de la otra persona amada.

Nunca. Mi corazón siendo todo mi cuerpo, bailando y moviéndose con percusión atónita, sin melodía ebria, armonía caótica. Reconociéndome como defecto, anhelo, ausencia. Movimiento ondulatorio. Pasando por la tierra como una promesa de vida. Alimentándome de ella, oxigenándola y abonándola. Enterrando-me… dentro de la tierra… dentro de mí misma… una onda que se alcanza a sí misma.

(Acrílico: Sin título, por: Edwing Pinzón Games)

sábado, 2 de mayo de 2009

Insectos


Araña

Cuerpos confluyendo entretejidos en un cuerpo. Casi fundidos. Volar, correr, nadar. Cavando, tejiendo, construyendo. Araña se hace grande de esperar a su pareja con la bolsa de semen y acechar su partida con el manto de la muerte en su espalda, pero él, aunque pequeño, son otros muchos cuerpos que saben del peligro y apuestan en el encuentro entregar una gota de vida y escapar al caldo de la desintegración.
Araña teje pensamientos y atrapa sueños. Araña acecha la invisibilidad de las palabras y siente su peso de otro lugar que quizá no es ya el tejido. En la red de pensamientos hay hilos de amor, viscosos, en los cuales las palabras expiran todas sus fuerzas, hay otros que limitan, secos, en los cuales las palabras se fijan mientras araña les extrae el sumo de vida y aclara las ideas.
Sobre una húmeda superficie araña ha tejido. Sus patas han variado en formas peculiares aumentando sin parar el número de posibilidades. El tiempo pasa dejando palabras… unas nuevas; unas ya habladas; otras muchas son mudas; algunas han dicho; otras dicen cuando llegan y entonces callan; hay unas que prometen pero mueren a la llegada; otras que nacen cuestionando la nada. El tejido se ha extendido secando la sabana, en ocasiones se deterioran algunas de sus partes y dice algo de la muerte, en ocasiones el cuerpo de araña se hace lento y pequeño entonces su tejido le muerde.
Me gustaría decirle a araña que su tejido envejece y acumula en ciertos lugares sobras de veneno, hay también rincones del tejido donde la vida es un derroche que acontece. Quiero preguntarle a araña cuál es el límite de ese tejido donde tenemos lugar las palabras… si es pensable… soñar-b-le… imaginable… o si tan sólo no es amable.
Dinos araña ¿somos un cuerpo o tu cuerpo o muchos cuerpos? ¿Es esta una pregunta que nos solicitamos? ¿Acaso somos hijos que meces en tu canto hasta el día cuando decides devorarnos? Halamos cuerdas día y noche y aún sin día ni noche, anudamos y enredamos y al mismo tiempo llevamos palabras a la cripta gramatical para que el jugo intestino las haga comestibles… ¿Si somos un cuerpo o tu cuerpo o muchos cuerpos… dónde estamos…en qué gesto somos? ¡Libidinoso huevo de araña!
Tejido viviente incalculable que palpita deteniéndose sin orden como la risa nerviosa de un niño que llora acariciando las arrugas de su cuerpo y ve sus manos pero siente otra cosa en ellas o camina en el espacio pero no es un lugar lo que acelera pues quien canta o teje o sueña o cuenta más bien crea que limita.
Araña… tu cuerpo en el abrazo de aquellos amantes que se juntan insaciables… Araña… el tejido en los vacíos que entretejen rincones y puertas fracturadas…

(Fotografía: Sin título, por: Edwing Pinzón Games)

jueves, 9 de abril de 2009

Insectos


Hormiga obrera

Hormiga ha trabajado a lo largo de su vida. Creando infancia, afianzando adultez, recorriendo adolescencia. Ha compartido el tiempo del ocio, ha sentido la falsa libertad anárquica, ha vivido el ímpetu de la irreverencia y recuerda el día cuando alguien le habló de subversión… era el sepelio de su amigo escritor cuyo epitafio decía: dedico mi muerte a las putas, drogadictos, anarcos, travestis, homosexuales, y todos aquellos que han tenido más valor que yo… ellos merecen estar vivos.

Una mañana la reina contó a hormiga que trabajaría hasta el último día de su vida, fue una deferencia que tuvo con ella porque en el ataque de las avispas hormiga le salvó la vida.

Una tarde hormiga se enamoró de gusano y desde entonces ha trabajado aún más duro para conseguir un permiso al mes y así encontrarse con él.

Hormiga recorre los campos, conoce el mundo sin amos y también el mundo de los humanos. Muestra a la hilera de hormigas la angustia que se eleva en el horizonte e indica rodear el río que revela las preguntas.

Hormiga comprende el significado del trabajo y cuando escucha a gusano volar cerca sube hasta la rama más alta de un árbol donde espera paciente a que él venga por su beso de amor. Entonces observa las figuras de las demás hormigas en movimiento, escucha las pisadas subterráneas, imagina cada huevo en la madriguera, sueña con las nubes de algodón de azúcar y siente el vértigo al precipitarse en vuelo hasta el suelo.

Hormiga transporta piedras preciosas labradas por el tiempo. Talla en ellas los recuerdos y construye luego portales desde la madriguera a otros mundos. Cruza los portales. Hormiga en aquel momento no es obrera sino el portal mismo, una gema tallada en cada recorrido. El trabajo de hormiga nunca terminará porque la vida de hormiga es su propio trabajo y éste la vida de la colmena.

(Fotografía: Sin título, por: Edwing Pinzón Games)

viernes, 3 de abril de 2009

Insectos


Gusano de seda

Gusano tarda en usar las patas y al estirarlas poco a poco llora por el dolor de sus articulaciones. Corre ahora atravesando el espacio.

Gusano teje un capullo. Sueña que tiene alas. Lentamente se instruye entre enredos y rasguños.

Gusano crece dentro de su hermoso capullo. Atraviesa el tiempo. Se desarrolla y adquiere el valor que necesitará para lanzarse al vuelo.

Gusano desea tragarse su capullo, último límite de su libertad. Pero que aquel acto significaría tragarse sus sueños y esperanzas, dejar untados en el babero los recuerdos de quienes rasguñó con sus patas cuando aprendió a tejer.

Gusano comprende que ha llegado el momento de hacer un nuevo nudo. Deshilacha su capullo. Teje unas ligeras y fuertes alas; alas soñadas; alas vividas; alas que son el más allá hacia donde se dirige.

(Fotografía: Sintítulo, por: dsml)